Motherhood: My Personal and Creative Revolution
The arrival of my daughter, Robin, nearly four and a half years ago, marked a definitive turning point in my life. It was a true cataclysm that shook me, breaking the person I was to allow me to reinvent myself into who I longed to be. Unbeknownst to me, caring for her became a profound act of self-care. With her, I was reborn, finding the freedom to create from the purest and most honest part of my being.
Breastfeeding was a fundamental pillar in this process. It was two and a half years of experiences that ranged from absolute placidness to the anguish of sleepless nights, with wet shirts and uneven breasts. It was an intense and transformative journey.
Thanks to motherhood, I've had the fortune to encounter marvelous artists who have enriched my path, and I've embarked on projects that are now my driving force. As part of this creative explosion, my first solo exhibition, "LOBAS" (She-Wolves), in Carcavelos, was a direct homage to that primal connection: the skin-to-skin contact from a she-wolf to her cub, a reflection of my own experience.
Maternidad: Mi Revolución Personal y Creativa
La llegada de mi hija Robin hace casi cuatro años y medio marcó un antes y un después en mi vida. Fue un verdadero cataclismo que me sacudió, rompiendo la persona que era para permitirme reinventarme en quien anhelaba ser. Cuidarla se convirtió, sin darme cuenta, en un profundo acto de autocuidado. Con ella, nací de nuevo, encontrando la libertad para crear desde lo más puro y honesto de mi ser.
La lactancia fue un pilar fundamental en este proceso. Fueron dos años y medio de experiencias que iban desde la placidez más absoluta hasta la angustia de las noches sin dormir, con camisetas mojadas y tetas desiguales. Fue un viaje intenso y transformador.
Gracias a la maternidad, he tenido la fortuna de toparme con artistas maravillosas que han enriquecido mi camino y me he lanzado a proyectos que hoy son mi motor. Como parte de esta explosión creativa, mi primera exposición individual, "LOBAS," en Carcavelos, fue un homenaje directo a esa conexión primigenia: el contacto piel con piel de la loba con su cachorro, reflejo de mi propia experiencia.
